Consumir es hacer uso de unos servicios y productos para satisfacer las necesidades o deseos propios o de otro ser vivo. Consumir no es lo mismo que comprar de forma descontrolada, entendiendo que esa acción nos hará más felices. Cuando eso ocurre, hablamos de consumismo. Por otro lado, el término consumo inteligente hace referencia al uso de productos y servicios con el fin de cubrir las necesidades básicas de un individuo con las que aportar una mayor calidad de vida.
Caer en el consumismo tiene efectos negativos en la vida de una persona a nivel individual, tanto en la salud como en las finanzas personales, pero también afecta de forma global sobre los recursos naturales y el medio ambiente. Por eso, hacer un consumo inteligente es tan importante, puesto que es una forma de tomar decisiones de forma coherente respecto a nuestras necesidades y mejorar la calidad de vida individual y global, mediante el consumo.
¿CÓMO ES EL CONSUMO INTELIGENTE?
El consumo inteligente es buscar previamente información sobre el producto o el servicio que se va a adquirir, examinar y comparar marcas, precios y garantías, para así tomar una decisión que se adecue a nuestras necesidades y a nuestra economía. Pero con escoger promociones, precio y calidad, no basta. Hay que hacerse una pregunta antes: ¿es un impulso o una necesidad que atender o que aporte calidad a mi vida?
Durante los últimos años, se han añadido calificativos que definen qué es el consumo inteligente y qué influencia tiene. Son cinco atributos que afectan a la salud financiera, ya sea en el momento en el que se consume o en el futuro. Siempre que al usuario le sea posible, se recomienda tenerlos en cuenta:
Responsable
Al consumir se valora atender las necesidades individuales reales y también que ese consumo no dañe la conservación del medio ambiente y la igualdad social.
Ético
Tener en cuenta con nuestro consumo las implicaciones sociales y valorar las opciones más solidarias, justas y ecológicas.
Saludable
Consumir productos que sean beneficiosos para cuidar, incentivar y mantener unos buenos hábitos de vida que mejoren y sumen nuestra salud física y emocional.
Sostenible
Consumo que ayuda o que, por lo menos, no perjudica al desarrollo sostenible. Satisfacer nuestras necesidades de hoy sin que perjudique a las generaciones de mañana.
Solidario
Si existe la posibilidad, incentivar el consumo de productos de comercio justo, ya que repercuten de manera favorable sobre la producción de países subdesarrollados.
CONSEJOS PARA HACER UN CONSUMO INTELIGENTE
Recomendaciones para hacer un consumo inteligente beneficiando la salud financiera personal, la calidad de nuestra vida y la de las próximas generaciones:
- Planifica antes de comprar. ¿Qué falta y que necesito?
- Tras planificar, haz una lista de la compra y síguela al pie de la letra.
- Aplicar la filosofía del “menos es más” o “mejor calidad que cantidad”.
- Comprar con tarjeta de crédito sólo cuando se está seguro/a de poder pagarlo después.
- Hacer un uso responsable de la energía y los suministros en la vivienda.
- Conocer qué nivel de vida podemos llevar y ajustarnos a él.
- Antes de comprar algo, pensar acerca de si lo necesitamos y/o si nos aporta algo.
- Diferencias entre deseos y necesidades al consumir un servicio o un artículo.
- Es aconsejable priorizar productos de calidad y duraderos para evitar cambiarlos al poco tiempo.
- Cuidar para conservar lo que tenemos y así evitar desechar a la primera.
- Antes de desembolsar el dinero en un servicio/producto puntual como, por ejemplo, un electrodoméstico, compara la calidad-precio entre varios productos.
- Evitar comprar en momentos en los que sentimos que hay una alteración emocional como, por ejemplo, cuando sentimos nervios, tristeza o ansiedad.
- Pensar y valorar los beneficios y los inconvenientes antes de consumir.
- Se aconseja seguir la regla de “las cuatro erres”: reducir, reutilizar, reciclar y recuperar.
- Fijarse en las fechas de caducidad de los comestibles para evitar tirar comida.
- Si la situación y tu alrededor lo permite, pensar en compartir o pedir prestado, antes que comprar.
- Intentar evitar el uso de embalajes innecesarios.
- Reutilizar las bolsas de plástico para evitar consumir nuevas y/o llevar de tela.
- Antes de comprar por Internet, comprobar que es un sitio legal y seguro.