La naturaleza siempre ha estado presente en nuestras vidas y la tenemos ahí como si nada, como algo incorporado a nosotros desde nuestro nacimiento y, por eso, a menudo pasa desapercibida. En nuestra rutina diaria es fácil olvidar la profunda influencia que ejerce sobre nuestra salud mental y física. Sin embargo, la naturaleza no solo nos rodea: es esencial para nuestro bienestar.
Por eso, en un mundo donde los destrozos en el medio ambiente tienen consecuencias cada vez más graves, es fundamental recordar su importancia y la necesidad imperiosa de su conservación. De lo contrario, podríamos perder lo que siempre hemos dado por hecho que estará ahí para siempre.
LOS BENEFICIOS DE LA NATURALEZA PARA LA SALUD MENTAL Y FÍSICA
Cada vez más investigaciones respaldan la idea de que estar en contacto con el mundo natural tiene un impacto positivo en nuestra salud mental y física. Pero cuando decimos positivo, no nos referimos a algo superficial; realmente el contacto con la naturaleza tiene unos beneficios profundos en el ser humano, tal y como exponemos a continuación.
REDUCCIÓN DEL ESTRÉS
La naturaleza tiene un efecto calmante que va más allá de lo que pensamos. Estudios científicos han demostrado que estar en la naturaleza reduce la producción de cortisol, la hormona del estrés. Además, otras investigaciones también han revelado que incluso una breve exposición a entornos naturales puede disminuir la presión arterial y el ritmo cardíaco, reduciendo los efectos del estrés en el cuerpo.
MEJORA DEL ESTADO DE ÁNIMO
La exposición a la naturaleza se ha asociado con una mejora del estado de ánimo. De hecho, una investigación publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences reveló que las personas que caminaban durante 90 minutos en un entorno natural, mostraban menos actividad en la parte del cerebro asociada con la rumiación, un factor clave en la depresión. Además, estar en la naturaleza aumenta los niveles de serotonina, una de las sustancias químicas cerebrales relacionada con la felicidad.
MEJORA DE LA CONCENTRACIÓN
La naturaleza puede tener un impacto positivo en la concentración y la memoria. Un estudio realizado en la Universidad de Michigan indica que un paseo en la naturaleza mejora significativamente la memoria de trabajo, un componente clave de la atención y la concentración. Esto sugiere que incluso pequeñas dosis de naturaleza pueden tener un efecto beneficioso en nuestra capacidad para concentrarnos en las tareas.
MAYOR CREATIVIDAD
La conexión con la naturaleza puede estimular la creatividad. Investigadores de la Universidad de Kansas encontraron que pasar tiempo en la naturaleza aumenta la creatividad y la resolución de problemas. Este aumento de la creatividad puede ser beneficioso tanto en el trabajo como en la vida cotidiana, porque cabe recordar que la creatividad no sólo tiene cabida en el campo artístico, también hace alusión a la capacidad para inventar o crear, y ambas se emplean en todos los ámbitos de la vida.
¿POR QUÉ EXISTE ESTA CONEXIÓN ENTRE NATURALEZA Y EL BIENESTAR?
Los seres humanos han evolucionado en contacto con la naturaleza. Nuestra conexión con el mundo natural es intrínseca y es solo en tiempos recientes que hemos vivido en entornos urbanos y suburbanos.
Además, la naturaleza ofrece una forma de restaurar nuestra atención y energía. En lugar de la estimulación constante de la vida moderna, los entornos naturales permiten que nuestra mente descanse y se recargue. Estudios científicos han demostrado que la exposición a la naturaleza promueve la restauración cognitiva, o dicho en otras palabras, aumenta la capacidad para concentrarse y ser productivo/a.
Y por último y no menos importante, la conexión con la naturaleza es esencial para nuestra existencia. Dependemos de ella para alimentos, agua, aire limpio y medicamentos. La biodiversidad y los ecosistemas saludables son fundamentales para nuestra supervivencia y bienestar. Al cuidar de la naturaleza, en realidad estamos cuidando de nosotros mismos.
LA IMPORTANCIA DE CUIDAR LA NATURALEZA
Como ves, la naturaleza es la columna vertebral de la vida en la Tierra. No es simplemente algo que está y estará ahí por siempre, es un componente fundamental de la existencia de la humanidad y de la salud del planeta. Sin embargo, cierta actividad humana como la deforestación, la contaminación y la explotación insostenible de los recursos naturales, amenaza constantemente la integridad de los ecosistemas que nos sustentan.
La diversidad de especies y ecosistemas no solo es una muestra de la belleza del planeta, sino que también desempeña un papel esencial en la salud de la Tierra y en la nuestra. La pérdida de biodiversidad, impulsada en gran medida por la acción humana, tendría consecuencias desastrosas.
La cadena alimentaria se ve afectada, lo que podría llevar a la escasez de recursos naturales esenciales. Por ejemplo, la desaparición de abejas y otros polinizadores amenazaría la producción de alimentos en todo el mundo. Además, la pérdida de biodiversidad puede aumentar la transmisión de enfermedades infecciosas, como se ha demostrado en ecosistemas acuáticos.
Por eso, la lucha contra el cambio climático es uno de los desafíos más urgentes de nuestro tiempo. Los bosques, los océanos y otros ecosistemas actúan como sumideros de carbono, ayudando a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar el calentamiento global. La conservación de estos ecosistemas no solo es crucial para la regulación del clima, sino que también desempeña un papel en la protección contra desastres naturales, como inundaciones y sequías, que son cada vez más frecuentes debido al cambio climático.
Recuerda: ¡Cuidar el planeta es cuidar de tu casa y de tu bienestar!