Todos conocemos a una persona tímida, incluso esa persona puede que seas tú mismo. Ser tímidos nos puede frenar a la hora de alcanzar nuestros objetivos o impedirnos disfrutar de ciertas situaciones. Es algo que no nos deja mostrarnos tal y como somos, por lo tanto, debemos aprender cómo afrontarlo para que deje de ser un obstáculo.
Para muchas personas es difícil de superar. No se trata de una enfermedad o trastorno, sino que es un estado emocional. Este estado hace que sintamos vergüenza o inseguridad de nosotros mismos cuando nos relacionamos con los demás.
A una persona tímida no le desagrada estar con otras personas o el contacto físico. Es más, seguramente le gusta estar con gente. A lo que le teme es a exponerse y a ser el centro de atención.
Seguro que si eres tímido quieres poner punto y final a esta situación. Por esta razón, hoy os vamos a explicar cómo podéis hacerlo. Pero antes, os contamos qué es exactamente ser tímido.
¿Qué es exactamente la timidez?
Podemos decir entonces que la timidez es una sensación de inseguridad o vergüenza en uno mismo o en situaciones sociales nuevas, que te impide relacionarte con normalidad.
Hay tres características principales que tienen las personas tímidas. La primera de ellas es la organicista. Es un rasgo genético que produce anomalías en las glándulas de secreción (en concreto en la hipófisis y las suprarrenales).
La segunda es la conductista, con la que sabemos que la timidez es una conducta aprendida. Normalmente ocurre en la infancia; siguiendo el modelo de los padres, por una falta de reconocimiento o por no sentirnos suficientemente valorados. También puede aparecer tras sufrir algún tipo de golpe emocional o pérdida.
La tercera característica es el psicoanálisis, que apunta que la timidez es un conflicto de la persona consigo misma o con una parte de sí misma. Este hecho está asociado a la represión inconsciente de uno o varios instintos.
Una persona tímida que se siente expuesta piensa que está haciendo algo mal o indecoroso. Suele pensar que ha quedado al descubierto y no sabe cómo reaccionar para defenderse ante esta situación. También es muy frecuente que sienta que las otras personas lo han juzgado y que no aprueben su comportamiento. Quedando marcados por este hecho.
Ahora que ya sabemos qué es la timidez y qué siente una persona tímida, veamos cómo se puede superar.
Pasos para superarla:
Se calcula que el 50% de la gente cree que es tímida en uno o varios aspectos de su personalidad. Esto nos indica que es un problema generalizado. Es importante superarlo si nos limita o nos impide vivir la vida con normalidad.
Pero no os asustéis, superar la timidez no es una labor imposible. Tan solo tenemos que proponérnoslo, ser constantes y tener en cuenta algunos pasos que nos pueden ayudar.
Algunos de ellos son:
Identificar qué tipo de timidez tienes: hay dos tipos de timidez, la global y la situacional. La primera es cuando somos tímidos de forma constante, siempre y en todas las situaciones. La segunda solo se da cuando estamos con ciertas personas o en determinadas circunstancias. Es importante identificar el tipo para poner en práctica unas técnicas u otras.
Conoce los desencadenantes: para saber cuáles son debemos recordar los momentos en los que hemos pasado más vergüenza. Determinar qué tienen en común, qué factores influyeron en que nos sintiéramos así y qué personas nos provocan un efecto especial.
Una vez hayamos determinado qué tipo de timidez tenemos y sepamos cuáles son los desencadenantes, podemos poner en práctica estas técnicas para acabar con ella:
- Aceptar que somos tímidos: no es ningún delito ser tímido, es una característica más de nuestra personalidad. Aceptar el problema es fundamental para resolverlo.
- Detecta 10 situaciones que temes: aunque sean improbables o absurdas. Intenta escribirlas lo más específicamente posible. Las puedes ordenar según el miedo que las tengas a que sucedan en la realidad, en orden ascendente. Cuando tengamos la lista, deberemos enfrentarnos a cada situación por separado. Para ello, deberás imaginarte situaciones que te hagan enfrentarte al miedo.
- Estate alerta: cuando empieces a sentir vergüenza detente durante un minuto. Apunta lo que piensas y las emociones que sientes. No sigas hasta que no entiendas qué te está pasando.
- No te desanimes: mantén la postura adecuada que te anime a seguir. Debes valorar cada paso que des a partir de aquí porque reflejará el esfuerzo que estás haciendo. No te compares con nada ni con nadie y premia tus características positivas. Una buena forma de hacerlo es pensar en lo positivo que aportas a los demás.
Si ponéis en práctica estos consejos, seguro que podréis superar la timidez y las situaciones que os avergüenzan. Pensad que la timidez no es algo malo. Es malo si nos impide avanzar, conseguir lo que queremos o nos produce sensaciones negativas.
En caso de sufrir un nivel de timidez tan alto que nos impida avanzar, lo mejor es que consultemos con un experto. Él nos dará las pautas a seguir en función de nuestro caso. Hoy en día hay mucho conocimiento y disponemos de infinitos medios para superarla.