El 15 de agosto fue el Día Mundial de la Relajación y queremos destacar la importancia que tiene para gozar de una buena salud física y mental. La relajación tiene hoy en día más importancia que nunca, ya que vivimos en un día a día caracterizado por el exceso de trabajo, las prisas, el estrés, la necesidad de inmediatez y las excesivas exigencias y las autoexigencias. El resultado es la incapacidad de relajarse, llegando a sufrir ansiedad, depresión y problemas musculoesqueléticos entre otros.
El ritmo frenético de la época actual nos ha hecho creer que la productividad es sinónimo de no descansar. Y nada más lejos de la realidad porque, la relajación es imprescindible para que la mente y el cuerpo descanse y así pueda ser productivo en las diferentes actividades y tareas, de modo que el tiempo empleado en la relajación será bien empleado en que los resultados sean mejores y más satisfactorios.
La relajación se debería aplicar en nuestro día a día y no esperar a que el cuerpo cronifique un malestar. Se debería aplicar en cualquier momento y en casi cualquier situación, pero sobre todo resulta importante en situaciones en las que tenemos síntomas de estrés, problemas para conciliar el sueño, notemos ansiedad o estemos pasando por una etapa de pérdida o duelo.
BENEFICIOS DE LA RELAJACIÓN
Los principales beneficios de la relajación y por lo que realmente es importante aflojar el tono muscular y disipar la cabeza, son los siguientes:
- Ayuda a desconectar de las preocupaciones
- Mejora la concentración
- Favorece la ruptura de pensamientos negativos
- Ayuda a la digestión
- Previene el envejecimiento
- Elimina tensiones musculares
- Alivia los dolores de cabeza
- Ayuda a conciliar el sueño
- Evita conflictos innecesarios
- Mejora la productividad
- Reduce tensiones emocionales
- Ayuda a disminuir la frecuencia cardíaca
- Ayuda a disminuir la presión arterial
- Disminuye la frecuencia respiratoria
- Aumenta la creatividad
- Ayuda a desarrollar la confianza para resolver problemas
- Mejor el estado de ánimo
FORMAS DE RELAJARSE
Actualmente existen muchas técnicas de relajación que favorecen a lograr este estado y que son fáciles de aplicar. Entre ellas encontramos:
Relajación basada en la respiración: consiste en realizar la respiración diafragmática en posición tumbada hacia arriba. Colocamos una mano en el pecho y la otra en el estómago por encima del ombligo. Inspiramos tratando de que el aire llegue hasta la parte baja de los pulmones. Luego espiramos el aire poco a poco, tratando de que sea la mano del estómago la primera en bajar, y después la mano que tenemos sobre el pecho.
Relajación muscular progresiva: esta técnica consiste en tensar y relajar cada uno de los grupos musculares, notando la diferencia entre un estado y otro. Los principales grupos musculares a trabajar son la frente, los ojos, la nariz, lengua, mandíbula, labios, cuello, piernas, brazos, piernas, espalda, pecho, barriga y cintura.
Relajación en imaginación: para realizar esta técnica debes pensar en una imagen que te ayude a relajarte. Un paisaje, un momento que recuerdes que te causa bienestar y calma, incluso puedes ayudarte con una canción.
Mindfulness: la práctica de mindfulness es muy amplia. Consiste en diferentes ejercicios para calmar cuerpo y mente con la respiración, observando nuestros pensamientos sin juzgar. Es una técnica muy completa que nos enseña a reconocer los pensamientos y emociones que conforman nuestra experiencia vital.
Otras técnicas: masajes, taichí, yoga, musicoterapia, aromaterapia, etc.
Además de las técnicas de relajación, es positivo aplicar una serie de estrategias para complementar. Algunas de ellas son:
- Pensar de manera positiva
- Aprender a ver las situaciones con humor
- Solucionar todo aquello que nos preocupa
- Administrar el tiempo y establecer prioridades
- Hacer ejercicio de forma regular
- Consumir una dieta saludable
- Hacer ejercicio físico
- Dormir bien
- Dedicar un tiempo a estar en la naturaleza
- Crear una buena red de apoyo